Don Gonzalo González de la Gonzalera: 08

Don Gonzalo González de la Gonzalera-VIII: Los primeros miasmas de José María de Pereda Pasaron días, y todo era calma y tranquilidad en Coteruco. El Estudiante parecía un modelo de juicio y de cordura: a cada veinticuatro horas se presentaba al alcalde, como le estaba ordenado, y se le veía muy de continuo con don Gonzalo en el jardincillo de éste, matando lumiacos y caracoles, o ayudándole a preparar terreno al abrigo de nortes y vendavales, para hacer semilleros. Alguna que otra vez paseaba con Gildo por la mies; pero lenta y sosegadamente, sin los aspavientos y manoteos que eran en él señales infalibles de que andaba a vueltas con sus filosofías enrevesadas y sus políticas tumultuosas. Patricio, consagrado con rara asiduidad a sus industrias, era una malva; Gildo acompañaba a su padre cuando no paseaba pacíficamente con Lucas; y en cuanto a don Gonzalo, notorio era en el pueblo que sólo se preocupaba con adquirir tierras y ganados para darlos en renta y en...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información