Don Gonzalo González de la Gonzalera: 05

Don Gonzalo González de la Gonzalera-V: Los propósitos del estudiante de José María de Pereda Dos días después, es decir, el siguiente al en que comienza nuestro relato, departían en la celda desabrigada de Lucas, éste y su amigote Gildo Rigüelta con su mejor ropa y muy afeitado, porque le gustaba rozarse con los señores de copete, y no le desagradaba verse contemplado por Osmunda, que, al cabo, era dama de lustre, y dejar en ella un buen recuerdo de su interesante «personal». Remilgábase en la silla que ocupaba, chupando a ratos un puro de grandes apariencias, pero de perversa calidad, que sostenía entre dos dedos muy estirados de la diestra, y a ratos manoseándose el atusado cabello partido en dos pabellones desiguales que iban a concluir en un rizo aplastado sobre cada sien. -Tal es, amigo, la situación de las cosas -dijo Lucas cuando hubo hablado largo rato con el Letradillo. -La cuerda no puede estar más tirante, y, por lo mismo, tiene que romperse por...

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