Don Álvaro o La fuerza del sino: 45

Escena sexta 45 Pág. 45 de 50 Don Álvaro o La fuerza del sino - Quinta jornada none DON ÁLVARO y DON ALFONSO que entra sin desembozarse, reconoce en un momento la celda, y luego cierra la puerta por dentro, y echa el pestillo D. ALFONSO ¿Me conocéis? D. ÁLVARO No, señor. D. ALFONSO ¿No veis en mis ademanes rasgo alguno que os recuerde de otro tiempo y de otros males? ¿No palpita vuestro pecho, no se hiela vuestra sangre, no se anonada y confunde vuestro corazón cobarde con mi presencia?... O por dicha, ¿es tan sincero, es tan grande, tal vuestro arrepentimiento, que ya no se acuerda el Padre Rafael, de aquel indiano don Álvaro, del constante azote de una familia que tanto en el mundo vale? ¿Tembláis y bajáis los ojos? Alzadlos, pues, y miradme. (Descubriéndose el rostro y mostrándoselo.) D. ÁLVARO ¡O Dios!... ¡Qué veo! ¡Dios mío! ¿Pueden mis ojos burlarme? ¡Del marqués de Calatrava viendo estoy la viva imagen! D....

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