Don Álvaro o La fuerza del sino: 23

Escena tercera 23 Pág. 23 de 50 Don Álvaro o La fuerza del sino - Tercera jornada none El teatro representa una selva muy oscura. Aparece al fondo. DON ÁLVARO, solo, vestido de capitán de granaderos, se acerca lentamente, y dice con gran agitación DON ÁLVARO (Solo) ¡Qué carga tan insufrible es el ambiente vital, para el mezquino mortal que nace en signo terrible! ¡Qué eternidad tan horrible la breve vida! ¡Este mundo qué calabozo profundo, para el hombre desdichado a quien mira el cielo airado con su ceño furibundo! Parece, sí, que a medida que es más dura y más amarga, más extiende, más alarga el destino nuestra vida. Si nos está concedida sólo para padecer, y debe muy breve ser la del feliz, como en pena de que su objeto no llena, ¡terrible cosa es nacer! Al que tranquilo, gozoso vive entre aplausos y honores, y de inocentes amores apura el cáliz sabroso; cuando es más fuerte y brioso, la muerte sus dichas huella, sus venturas...

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