Don Álvaro o La fuerza del sino: 08

Escena sexta 08 Pág. 08 de 50 Don Álvaro o La fuerza del sino - Primera jornada none CURRA va detrás del MARQUÉS, cierra la puerta por donde aquél se ha ido, y vuelve cerca de LEONOR CURRA ¡Gracias a Dios!... me temí que todito se enredase, y que señor se quedase hasta la mañana aquí. ¡Qué listo cerró el balcón!... Que por el del palomar vamos las dos a volar le dijo su corazón. Abrirlo sea lo primero (Ábrelo.) ahora lo segundo es cerrar las maletas. Pues salgan ya de su agujero. (Saca CURRA unas maletas y ropa, y se pone a arreglarlo todo sin que en ello repare DOÑA LEONOR.) DOÑA LEONOR ¡Infeliz de mí!... ¡Dios mío! ¿Por qué un amoroso padre, que por mí tanto desvelo tiene, y cariño tan grande, se ha de oponer tenazmente (¡ay, el alma se me parte!...) a que yo dichosa sea, y pueda feliz llamarme? ¿Cómo, quien tanto me quiere puede tan cruel mostrarse? Más dulce mi suerte fuera si aun me viviera mi madre. CURRA ¿Si...

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