Divertidas aventuras: 45

Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira Tercera parte - Capítulo XIV de Roberto Payró Ridículos los escritos de de la Espada, buenos para un diario de provincia, pero trasnochados en Buenos Aires. Le indiqué otros asuntos para que me buscara datos y me extractara libros, y se desempeñó con un celo tal, que poco a poco fue convirtiéndose en mi secretario. Un secretario modelo, ya sin ambición, pronto a ejecutar cuanto yo le mandaba, sin hacer objeciones ni permitirse el atrevimiento de pensar. -He aquí un hombre -me dije más de una vez- que obedece como yo a las circunstancias. ¿Por qué a mí me va tan bien y a él tan mal? Y concluí que ocupábamos nuestras posiciones respectivas, bien equilibradas en la relatividad de las cosas. Me sirvió mucho, poniendo sobre todo en orden mi correspondencia harto descuidada, y dándome algunos de esos consejos que uno no adopta, pero que siempre sirven de punto de referencia para saber cómo piensan los demás. Es una...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información