Divertidas aventuras: 29

Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira Segunda parte - Capítulo XI de Roberto Payró La capital me atraía poderosamente, por su vida más amplia y más libre, su movimiento, sus diversiones, su buen humor aparente que contrasta con la amodorrada gravedad provinciana, pero nunca produjo en mí tanto efecto de atracción como aquella vez, sin duda porque ya vislumbraba próxima la hora en que emprendería su conquista. Pisé sus aceras con paso firme, de propietario, y me sentí más familiarizado que nunca con aquel torbellino que en un principio me mareara, desconcertándome. Una nueva vida parecía empezar para mí, excitando mi orgullo, y con la frente alta miraba la ciudad como cosa mía. -¿Soy provinciano? -me preguntaba, recorriendo aquellas calles animadas que diez o veinte años más tarde iban a convertirse en tumultuosas-. ¿Y ese epíteto de provinciano significaría que esto no me pertenece como al mejor entre los mejores? ¡Bah! Ésas son tonterías que...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información