Divertidas aventuras: 26

Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira Segunda parte - Capítulo VIII de Roberto Payró La lucha, en cambio, me conviene a mí, es mi elemento. Sé, como el cazador primitivo, estudiar las costumbres de la presa futura, las circunstancias, la atmósfera, los accidentes del terreno, todo cuanto puede contribuir a la satisfacción de mis deseos o ambiciones. Este estudio es, en la práctica, una verdadera lucha, al contrario del que se hace en los bufetes o en las escuelas, puramente especulativo o contemplativo: exige acción continua, atención infatigable, decisión rápida, lo mismo que el de la caza, porque nadie se hace cazador sino cazando. Ya en aquel entonces, en esos lejanos años juveniles, tenía todas estas cualidades, como habrá podido verse, e iba adquiriendo gran conocimiento del mundo un tanto especial en que actuaba, inspirador de una filosofía sui generis, empíricamente materialista -pese a mi confesión cuando el duelo-, y en cierto modo...

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