Divertidas aventuras: 21

Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira Segunda parte - Capítulo III de Roberto Payró Aquellas antiguas aficiones despertadas en La Época de Los Sunchos, y cultivadas después, mientras hacía mis primeras armas en la ciudad, revivieron vigorosamente desde el punto en que, cumpliendo una promesa hecha en hora de debilidad, conseguí que se encomendase al galleguito la dirección y redacción de Los Tiempos, el diario oficial, siempre necesitado de quien lo llenara de mala tinta a precio vil. De la Espada conservaba aún, para mí, cierto vago, cierto humorístico prestigio, y más que todo por hablarle y renovar en él, en cierta manera, las antiguas «diabluras» sunchalenses, frecuentaba la imprenta, y recomencé a escribir en el periódico, hazaña que no consignaría aquí, pues más lejos debo reincidir en ello, si no estuviera tan íntimamente ligada con lo que vengo contando. Y a propósito, antes terminaré con lo atinente a la diputación de Vázquez. Poco...

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