Divertidas aventuras: 15

Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira Primera parte - Capítulo XV de Roberto Payró Teresa me contó aquella noche que la casa era una romería desde que don Higinio se había encargado de arreglar aquel asunto. Sabiéndolo con una diputación en la mano, chicos y grandes iban a pedírsela, y lo colmaban de ofrecimientos, de promesas, de manifestaciones entusiastas. El viejo no soltó prenda. Todos se marchaban creyendo en la posibilidad de resultar agraciados, pero sin ninguna palabra decisiva; enumeraba los méritos de cada uno, en su presencia, alababa los servicios prestados a la causa, decía con aire protector «veremos lo que piensan en la ciudad», y daba sendos apretones de mano. Los pechos de todos los ambiciosos de Los Sunchos palpitaban como el de un solo hombre en vísperas de un gran acontecimiento feliz, y algunos me hicieron confidente de sus esperanzas, y hasta solicitaron mi apoyo, suponiendo que tenía cierta influencia con don Higinio. Este período...

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