Divertidas aventuras: 05

Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira Primera parte - Capítulo V de Roberto Payró Al día siguiente, bien temprano, cuando desperté, como si el sueño hubiese sido sólo un paréntesis, y aunque me sintiera fresco, dispuesto y con la cabeza despejada, reanudose la pesadilla y la imaginación recobró sobre mí su imperio tiránico. Menos nervioso, sin embargo, me vestí con un esmero que no acostumbraba, y me dirigí a casa de Teresa, resuelto a aclarar la situación, absolver posiciones, y, si a mano venía, enrostrarle su desvío y acusarla de traición. Y, en pleno drama, me sentía alegre. Ya he hablado de la vehemencia de mi carácter y de mi empuje para realizar mi voluntad; no extrañará, pues, que en aquella época estas peculiaridades llegaran a la ridiculez, y menos si se tiene en cuenta, por una parte, que dada la inexperiencia de la muchacha mi tontería no resultaría para ella ridícula, sino dramática, y por otra, que aquella mañana primaveral...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información