Demóclito y Heráclito

Demóclito y Heráclito de Hernando de Acuña Demócrito  De tu tristeza, Heráclito, me espanto,  y de nuevo me admiro cada hora  que, viendo el mundo y lo que pasa ahora,  ya no hayas convertido en risa el llanto.   Heráclito    Yo me admiro, Demócrito, que cuanto  en este triste siglo que empeora  crecen más las miserias de hora en hora,  más crece tu placer tu risa y canto.   Demócrito    ¿Pues quién no reirá si, en paz o en guerra,  el gobierno del mundo y del consejo  es todo desconciertos y locura?   Heráclito    Lo que a ti te da risa a mí me aterra,  eso me tienen ya doliente y viejo,  y eso me llevará a la sepultura. Sonetos y poemas de Hernando de Acuña Sonetos: A la soledad - A una dama - Ajeno fue, pues fue sólo un momento - Al Marqués de Pescara - Al Marqués de Vasto - Al Rey nuestro Señor - Amor...

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