De la Vida Feliz - Capítulo VII

Además, vemos que el placer entra incluso en la vida más despreciable mientras que, por el otro lado, la virtud no permite que la vida sea malvada. Existen personas que son infelices pero no carecen de placeres – más aun: son así por causa de esos placeres – y esto no podría suceder si el placer estuviese indisolublemente unido a la virtud. La virtud con frecuencia carece de placer y nunca la necesita. ¿Por qué unes cosas disímiles y hasta opuestas? La virtud es algo elevado, excelso, real, inexpugnable e infatigable; el placer es algo bajo, servil, débil y perecedero cuya morada y refugio son el prostíbulo y la taberna. A la virtud la hallarás en el templo, en el foro, en el senado. La hallarás haciendo guardia ante los muros de la ciudad, polvorienta, cansada y con callos en las manos. Al placer la mayoría de las veces lo hallarás escondiéndose de la vista y buscando la oscuridad; alrededor de los baños públicos, en los baños de vapor y en los lugares en dónde...

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