De la Divina Providencia - Capítulo I
A Lucilo
Cómo existiendo esta Providencia, suceden males a los hombres buenos.
Me preguntas, Lucilo, por qué si al mundo lo gobierna la divina Providencia, a los hombres buenos les suceden muchos males. Podría contestarte esto con más comodidad en el contexto de un libro destinado a demostrar que la Providencia divina preside el Universo y que Dios se interesa por nosotros. Pero, ya que te place separar del todo una pequeña parte y solucionar una sola cuestión dejando a un lado la discusión del conjunto, haré algo que no es difícil: defenderé la causa de los dioses.
Será superfluo querer demostrar ahora que esta gran obra que es el mundo no puede estar sin un custodio; que el recorrido predecible de las estrellas no obedece a un movimiento casual; que lo movido por el azar se desordena con frecuencia y choca entre sí con facilidad; y que, por el contrario, esta insuperada velocidad que arrastra tantas cosas en la tierra y en el mar, tantas luminarias clarísimas de...
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