De Cartago a Sagunto : 25

De Cartago a Sagunto : 25 de Benito Pérez Galdós Siguió la cruel amazona su sangriento camino hacia la Correduría. Era de corta estatura, flaca, rubia, de azules ojos: su belleza, completamente apócrifa, consistía tan sólo en la marcialidad de su apostura y en su destreza hípica, cualidades de marimacho, no de mujer. En su rostro vi un mirar ceñudo y una rígida contracción de la boca que indicaban la sequedad del corazón confundida con la brutal soberbia. Llevaba boina roja con borlón de oro, traje negro de montar, altas botas de charol, en la mano un latiguillo que le servía de bastón de mando, y en el cinto un revólver. Tras ella iba el marido, que sólo brillaba por su insignificancia junto a la marimandona. Llevaba boina encarnada con áureo borlón y dormán de Caballería. Seguía la caterva de jinetes, algunos con distintivos de oficiales, otros con escolta, todos de aspecto...

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