David Copperfield - Tercera Parte - Capítulo XXIV

David Copperfield Tercera Parte: Capítulo XXIV de Charles Dickens Y ahora que ha terminado mi historia, vuelvo por última vez mi vista atrás, antes de cerrar estas páginas. Me veo con Agnes a mi lado, continuando nuestro viaje por la vida. Nos rodean nuestros hijos y amigos, y a veces, a lo largo del camino me parece oír voces que me son queridas. ¿Cuáles serán los rostros que más me atraen entre esa multitud de voces? Aquí están, se me acercan para contestar a mi pregunta. Primero, mi tía, con sus gafas, un poco más gordas. Tiene ya más de ochenta años; pero sigue tan tiesa como un huso, y aun en invierno anda sus seis millas a pie, de un tirón. Con ella está siempre mi querida y vieja Peggotty, que también lleva gafas; y por la noche se pone al lado de la lámpara, con la aguja en la mano, y no coge nunca la labor sin poner encima de la mesa su pedacito de cera, su metro dentro de la casita y su caja de labor, cuya tapa tiene pintada la catedral de Saint...

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