David Copperfield - Tercera Parte - Capítulo XXII

David Copperfield Tercera Parte: Capítulo XXII de Charles Dickens Se acercaba la Navidad y ya hacía dos meses que había vuelto a casa. Había visto muy a menudo a Agnes, y a pesar del placer que sentía oyéndome alabar públicamente, voz poderosa para animar a redoblar los esfuerzos, la menor palabra de elogio salida de la boca de Agnes valía para mí mil veces más que todo. Iba a Canterbury por lo menos una vez a la semana, y a veces más, y me pasaba la tarde con ella. Volvía por la noche, a caballo, pues había recaído en mi humor melancólico... sobre todo cuando la dejaba... y me gustaba verme obligado a hacer ejercicio para escapar a los recuerdos del pasado, que me perseguían en mis penosas vigilias y en mis sueños, más penosos todavía. Pasaba, por lo tanto, a caballo la mayor parte de mis largas y tristes noches, evocando durante el camino el mismo sentimiento doloroso que me había preocupado en mi larga ausencia. Mejor dicho, escuchaba como el eco de...

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