David Copperfield - Segunda Parte - Capítulo XVII

David Copperfield Segunda Parte: Capítulo XVII de Charles Dickens Mi nueva vida duraba ya más de una semana y estaba más fuerte que nunca en aquellas terribles resoluciones prácticas que consideraba como exigidas imperiosamente por las circunstancias. Continuaba andando muy deprisa, con una vaga idea de que seguía mi camino. Me aplicaba a gastar mis fuerzas todo lo que podía en el ardor con que cumplía todo lo emprendido. Era, en una palabra, una verdadera víctima de mí mismo. Llegué incluso a preguntarme si no debería hacerme vegetariano, con la vaga idea de que volviéndome un animal herbívoro sería un sacrificio más que ofrecer en el altar de Dora. Hasta entonces mi pequeña Dora ignoraba por completo mis esfuerzos desesperados y no sabía lo que mis cartas hubieran podido confusamente dejarla percibir. Pero llegó el sábado. Era el día que debía visitar a miss Mills, y yo también debía ir allí a tomar el té cuando míster Mills se hubiera marchado a su...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información