David Copperfield - Segunda Parte - Capítulo III

David Copperfield Segunda Parte: Capítulo III de Charles Dickens A la mañana siguiente, cuando me desperté, pensé mucho en la pequeña Emily y en su emoción de la noche anterior después de la partida de Martha. Me parecía que, al haber sido testigo de aquellas debilidades y ternuras de familia, había entrado en una confidencia sagrada y no tenía derecho a revelarla ni aun a Steerforth. Por ninguna criatura del mundo experimentaba un sentimiento más dulce que el que me inspiraba la preciosa criaturita que había sido la compañera de mis juegos y a quien había amado tan tiernamente entonces, como estaba y estaré convencido hasta mi muerte. Me habría parecido indigno de mí mismo, indigno de la aureola de nuestra pureza infantil, que yo veía siempre alrededor de su cabeza, el repetir a los oídos de Steerforth lo que ella no había podido callar en el momento en que un incidente inesperado la había forzado a abrir su alma delante de mí. Tomé, pues, la decisión de...

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