David Copperfield - Primera Parte - Capítulo XIX

David Copperfield Primera Parte: Capítulo XIX de Charles Dickens No sé si estaba alegre o triste cuando mis días de colegio terminaron y llegó el momento de abandonar la casa del doctor Strong. ¡Había sido muy feliz allí! Tenía verdadero cariño al doctor y, además, en aquel pequeño mundo se me consideraba como una eminencia. Estas razones me hacían estar triste; pero otras bastantes más insustanciales me alegraban. Vagas esperanzas de ser un hombre independiente; de la importancia que se da a un hombre independiente; de las cosas maravillosas que podían ser ejecutadas por aquel magnífico animal, y de los mágicos efectos que yo no podría por menos de causar en sociedad; todo esto me seducía. Estas fantásticas consideraciones tenían tanta fuerza en mi cerebro de chiquillo que me parece, según mi actual modo de pensar, que dejé el colegio sin la pena debida, y aquella separación no causó en mí la impresión que sí causaron otras. Trato en vano de recordar...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información