Cuestión de ambiente: 08

Cuestión de ambiente de Antonio de Hoyos y Vinent Capítulo VII - La sentencia de Pilatos Al violentísimo ataque en que sus energías, largo tiempo contenidas por aquella malsana atmósfera, dieron el estallido, sucedió un amodorramiento acompañado de intensa fiebre, que permitió le dejasen solo, bajo la salvaguardia de un criado, en espera de la llegada del médico a quien con loable precipitación habían llamado. Cuando ya tranquilos respecto al señor penetraron en el cuarto de Eulalia, se hallaba ésta inclinada ante la palangana llena de agua fría, donde trataba de detener la hemorragia. Estaba intensamente pálida, los labios blancos, y de su nariz ligeramente hinchada caían algunas gotas de sangre; y sin embargo, aquella violencia no parecía haber influido de un modo perjudicial en su estado. Ni en el suelo ni en ninguna parte se veía rastro de la malhadada carta, motivo primero del drama. Una vez contenida la sangre, mandó un recado por conducto de su doncella...

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