Cuarto Libro de La Galatea: 02

-Estrañísima ventura es ésta, porque, si no es que con la pena que traigo he perdido el conoscimiento, sin duda alguna aquella pastora que se ha quitado el rebozo es la bella Rosaura, hija de Roselio, señor de una aldea que a la nuestra está vecina, y no sé qué pueda ser la causa que la haya movido a ponerse en tan estraño traje y a dejar su tierra, cosas que tan en perjuicio de su honestidad se declaran. Mas, ¡ay desdichada! -añadió Teolinda-, que el caballero que con ella está es Grisaldo, hijo mayor del rico Laurencio, que junto a esta vuestra aldea tiene otras dos suyas. -Verdad dices, Teolinda -respondió Galatea-, que yo le conozco; pero calla y sosiégate, que presto veremos con qué intento ha sido aquí su venida. Quietóse con esto Teolinda, y con atención se puso a mirar lo que Rosaura hacía, la cual, llegándose al caballero, que de edad de veinte años parecía, con voz turbada y airado semblante, le comenzó a decir: -En parte estamos, fementido caballero,...

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