Cuaresma

a Pierre-André May Ahora que una fuerza extraña me hace crujir los dientes, Que un silbido oceánico de tromba me quiebra los ojos, En mi alma sopla el eco de una voz profunda. Soledades de un mundo abstracto, Soledades a través del espacio melódico de los cielos. Soledades, yo os presiento. Oh Pascal, El espíritu de aventura y de geometría, Me aprisiona en avalanchas. ¡Y acaso yo no soy sino el acróbata Sobre las geodésicas y los meridianos! Pero como tú, pequeño Blas, antaño, De espaldas bajo las sillas, Estoy royendo con gran estrépito los travesaños. ¡Oh nupcial estación de la desposada! El pentecostés de las hojas de otoño ilumina los vidrios. ¡Recuerdo! Oh paciente y dulce memoria vivificando sus aguas. En el amoroso y cálido recinto de las cortinas. Aletear vertiginoso De las alas bajo las sienes, Sombra interna de mis manos. Ruta solar de mi potencia, Y ruta del pan: violenta espiga. Las ávidas pupilas del escolar se consumen a la sombra de los...

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