Crónica del reinado de Carlos IX: 17

Crónica del reinado de Carlos IX de Prosper Mérimée XVI - La confesión «¡Ah! ¡Por favor, Alimené, cesad! ¡os lo suplico!, y hablemos seriamente». (Molière: Amphitryon) Dos días transcurrieron sin informes de la fingida española. Al tercero se enteraron de que la señora de Turgis había llegado la víspera a París, y que aquella misma jornada iba a hacer la corte a la reina madre. Los dos hermanos se dirigieron pronto al Louvre y la encontraron en una galería, charlando con otras damas. La presencia de Mergy no pareció causarla emoción alguna, pues ni el más leve carmín enrojeció sus mejillas, habitualmente pálidas. En cuanto se fijó en él, la condesa le hizo un gracioso gesto de cabeza, como a un amigo antiguo, y después de los primeros cumplimientos, le dijo: — Ahora espero que vuestra obstinación, hugonote, se haya bamboleado un poco. Son necesarios los milagros para que os convirtáis. — ¿Cómo? — ¿Qué? ¿No habéis experimentado por vos...

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