Clemencia Tercera parte: 11

ClemenciaTercera Parte Capítulo XI de Fernán Caballero Tercera parte Capítulo XI Al día siguiente fue don Galo, como tenía de costumbre, a visitar a sir George: visita que miraba como obligatoria desde que las pistolas de Mantón habían aumentado su fina amistad con un fino agradecimiento. Este le recibió con una de esas sonrisas prestadas, como dicen los franceses, que era en ese altivo gentleman la expresión de la suma distracción que producían en él los entes de tal nulidad, que se desdeñaba de desdeñar. Don Galo, como es de inferir, estaba lleno de la gran noticia, que si bien le había contrariado, había traído su contrapeso con la satisfacción que le había procurado Clemencia eligiéndole por su primer confidente y por digno esparcidor de su confidencia: así fue que apenas se hubo informado de su salud, cuando dijo a su amigo con una sonrisa colosal: -El Dios Himeneo prepara sus coronas, señor don George. -¡Ah!, ¿y cuáles son las bellas sienes...

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