Clemencia Segunda parte: 4
ClemenciaSegunda Parte Capítulo IV
de Fernán Caballero
Segunda parte
Capítulo IV
Una tarde llamó Clemencia a las dos niñas nietas de Juana, que pasaban su vida en aquella casa, a quien su, mismo dueño, que tantos intrusos veía y toleraba en ella, llamaba el arca de Noé.
Todos los niños querían con entusiasmo a Clemencia. Tienen éstos un instinto que los atrae a lo bueno y a lo bello, que patentiza lo elevado de la naturaleza humana, que el mundo y la vida van degradando, si el alma no es bastante fuerte para contrarrestar su influencia nociva, y si al formarse carecen los niños de buena enseñanza y buenos ejemplos; esa ley práctica de tanto más poder que la ley escrita. La palabra sólo indica la senda; el ejemplo arrastra a ella.
Clemencia también se había apegado a ellos, porque los niños son la verdadera alegría del mundo. A su lado parece la vida más dulce, y los horrores de la tierra más apartados.
¡Cuán distantes están del infausto árbol del...
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