Clemencia Primera parte: 3

ClemenciaPrimera Parte Capítulo III de Fernán Caballero Primera parte Capítulo III Como hemos dicho ya que los apuros en la Marquesa eran como las dignidades eclesiásticas en las procesiones, esto es, que las menores pasaban antes que las mayores, había esta señora omitido en la enumeración de apuros que confió a su amigo don Silvestre, el mayor de ellos, del cual es preciso poner al corriente al lector, para la claridad de este relato. Su hermana, que era madrina de Constancia, le había escrito acerca de un asunto que traía entre manos. Era este el casamiento de su sobrina y ahijada, que había contratado con el hijo de un grande de España, íntimo amigo suyo, asegurándole su herencia entera en los contratos. Este enlace le había seducido tanto más, cuanto que el novio, que llevaba el título de marqués de Valdemar, era un joven de mucho mérito, de muy buena presencia y de unos modales tanto más finos y simpáticos cuanto que distando igualmente de la...

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