Clemencia : Epílogo

ClemenciaEpílogo de Fernán Caballero Epílogo Algunos meses después, estaban una noche sentados en la mesa del brasero Clemencia y Pablo. El Cura y algún amigo que los habían acompañado, se habían marchado; pero estaba allí el anciano médico. Clemencia, en quien resplandecía la felicidad, estaba ocupada en una labor de mano. Pablo leía diferentes periódicos que habían acabado de llegar. -Aquí -dijo Pablo que tenía en la mano el Univers periódico francés-, se habla de una persona que me parece haberte oído nombrar. -¿Quién? -preguntó Clemencia. -El vizconde Carlos de Brian. -Sí, mucho que sí: era un hombre de gran mérito; ¿qué dicen de él? Pablo leyó: -«En Nueva-Orleans ha sido muerto en un desafío por un furioso demócrata el vizconde Carlos de Brian. Era un hombre de noble carácter y de un mérito poco común. Habiendo perdido a su único hermano por un puñal alevoso en Roma, en que hacía parte del ejército auxiliar del Papa, y visto caer a su...

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