21/10/2009 935 Palabras

ClemenciaEpílogo de Fernán Caballero Epílogo Algunos meses después, estaban una noche sentados en la mesa del brasero Clemencia y Pablo. El Cura y algún amigo que los habían acompañado, se habían marchado; pero estaba allí el anciano médico. Clemencia, en quien resplandecía la felicidad, estaba ocupada en una labor de mano. Pablo leía diferentes periódicos que habían acabado de llegar. -Aquí -dijo Pablo que tenía en la mano el Univers periódico francés-, se habla de una persona que me parece haberte oído nombrar. -¿Quién? -preguntó Clemencia. -El vizconde Carlos de Brian. -Sí, mucho que sí: era un hombre de gran mérito; ¿qué dicen de él? Pablo leyó: -«En Nueva-Orleans ha sido muerto en un desafío por un furioso demócrata el vizconde Carlos de Brian. Era un hombre de noble carácter y de un mérito poco común. Habiendo perdido a su único hermano por un puñal alevoso en Roma, en que hacía parte del ejército auxiliar del Papa, y visto caer a su...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info