Casida de la muchacha dorada

Casida de la muchacha dorada de Federico García Lorca La muchacha dorada se bañaba en el agua y el agua se doraba. Las algas y las ramas en sombra la asombraban, y el ruiseñor cantaba por la muchacha blanca. Vino la noche clara, turbia de plata mala, con peladas montañas bajo la brisa parda. La muchacha mojada era blanca en el agua y el agua, llamarada. Vino el alba sin mancha, con cien caras de vaca, yerta y amortajada con heladas guirnaldas. La muchacha de lágrimas se bañaba entre llamas, y el ruiseñor lloraba con las alas quemadas. La muchacha dorada era una blanca garza y el agua la doraba. Diván del Tamarit de Federico García Lorca Gacelas: Gacela del amor imprevisto - Gacela de la terrible presencia - Gacela del amor desesperado - Gacela del amor que no se deja ver - Gacela del niño muerto - Gacela de la raíz amarga - Gacela del recuerdo del amor - Gacela de la muerte oscura - Gacela del amor maravilloso - Gacela de la huida - Gacela del...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información