Cartas desde la Tierra: Carta XI

Cartas desde la Tierra Carta XI de Mark Twain La historia humana está teñida de sangre en todas las épocas, cargada de odio y manchada de crueldad; pero después de los tiempos bíblicos estos rasgos han marcado límites de alguna clase. Aun la Iglesia, desde el principio de su supremacía, que posee el crédito de haber derramado más sangre inocente que todas las guerras políticas juntas, observa el límite. Pero noten ustedes que cuando el Señor, Dios de Cielos y Tierra, Padre Adorado del Hombre, está en guerra, no hay límite. Es totalmente inmisericorde, Él, a quien llaman Fuente de la Misericordia. ¡Él mata, mata, mata! A todos los hombres, bestias, jóvenes, niños; también a todas las mujeres y niñas, excepto aquellas que no han sido desfloradas. No hace ninguna distinción entre el inocente y el culpable. Los infantes eran inocentes, al igual que las bestias, muchos de los hombres, mujeres y niñas, pero tuvieron que sufrir con los culpables. Lo que el...

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