Capítulo 26: El necio y el sabio

De la felicidadCapítulo XXVI: El necio y el sabio de Séneca Hecha esta división, prefiero practicar aquellas que se han de ejercitar más tranquilamente, antes que aquellas cuyo ejercicio requiere sangre y sudor. Por tanto, dice el sabio, no vivo de un modo y hablo de otro, sino que vosotros oís mal; sólo llega a vuestros oídos el sonido de mis palabras; no buscáis su significación. Pues ¿qué diferencia hay entre mí el necio y tú el sabio, si los dos queremos poseer?. Muchísimas: pues las riquezas del hombre sabio están en servidumbre; las del necio, en el poder; el sabio no permite nada a las riquezas, las riquezas os lo permiten todo a vosotros; vosotros, como si alguien os hubiera prometido su eterna posesión, os acostumbráis y apegáis a ellas; el sabio, cuando más piensa en la pobreza es cuando está en medio de las riquezas. Nunca un general cree tanto en la paz, que no se prepare a una guerra que, aunque no se haga, ha sido declarada; a vosotros os pasma...

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