Cánovas : 22
Cánovas Capítulo XXII
de Benito Pérez Galdós
En la calle me esperaba Casiana, algo inquieta por mi tardanza.
«Ya sabes -me dijo- que doña Segismunda está en ascuas por saber cómo ha recibido este buen señor los librotes del tiempo de Maricastaña. ¿Nos volvemos allá?
-No -repliqué-. Vámonos calle arriba para que se me despeje la cabeza. Estoy un poco mareado de ver infolios y legajos, que a mi parecer no sirven más que para llenar de telarañas el entendimiento... Nos llegamos hasta la Era del Mico o el Campo del Tío Mereje, y confortaremos nuestros cuerpos ateridos con la benéfica luz del sol. No nos faltará espacio para pasear a gusto y charlar sabrosamente cuanto nos dé la gana.
-Por esos lugares no me lleves, Tito -indicó mi Casiana un tanto medrosa-. Allí se reúnen las brujas, según me has dicho, y yo no quiero trato con esa caterva.
-No temas nada, chiquilla -le repondí riendo-. Una mujer ilustrada como tú no debe asustarse ante las viejas...
Está viendo el 8% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas