Cádiz : 13

Cádiz : 13 de Benito Pérez Galdós Se quedaron muertas, petrificadas; pero con presteza extraordinaria las tres empezaron a ordenar los objetos, para que cada cosa estuviese en su sitio. Arreglaron el altar atropelladamente; despojose la una de los atavíos que se había puesto; compuso la otra su vestido en desorden; pero por más prisa que se daban, tales eran la confusión y desconcierto producidos allí por la anarquía, que no había medio de volverlo todo a su primitivo estado. D. Diego me dijo, al ver que las muchachas iban a ser sorprendidas antes de poder borrar las huellas de su rebelión: -Amigo, huyamos. -¿A dónde? -A la Patagonia, a las Antípodas. ¿Tú no adivinas lo que va a pasar aquí? -Quedémonos, amigo, y tal vez hagamos una buena obra defendiendo a estas infelices, si el preceptor las delata. -¿Viste que pasó un hombre y arrojó dentro un billete? -Era lord Gray....

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