Brenda : 23

Brenda : 23Tres cartas de Eduardo Acevedo Díaz Horas después del baile, del que salieron juntos, los dos amigos departían sobre sus cosas íntimas en la casa de Raúl, bajo la influencia todavía de las recientes y opuestas impresiones. Comentaron ya sin reservas los hechos que interesaban a uno y otro, se expusieron creencias y certidumbres, buscose el secreto de dudas y contradicciones aparentes; y por natural encadenamiento de ideas, trataron de sondar ajenos planes e intenciones. Zelmar creía, en lo concerniente a Raúl, que sus propósitos debían perseguirse por los mismos medios empleados hasta el momento: el caso era arar hondo en el corazón de la joven, antes que adquiriese forma seria la oposición manifiesta de la señora de Nerva a sus amores, y se extendiese a mayor radio el papel activo que parecía desempeñar Areba en el drama doméstico. Lo demás debía reservarse al tiempo. No dejaba...

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