Bodas reales: XXIX

Capítulo  XXIX Pág. XXIX de {{{Reseña}}} Bodas reales Benito Pérez Galdós Ni aun delirando mentía Doña Leandra en lo de la transformación de D. Bruno, pues desde la frustrada conjura, en que había hecho papel real o figurado de indudable relieve, tomó el hombre actitudes de seriedad, que sobre él atraían la pública atención. O por habilidad instintiva o por estudio de gramática parda, adoptó el sistema de hablar muy poco, casi nada, y de decir todo en forma obscura, enigmática, dejando entrever o adivinar un hondo pensamiento. En las conversaciones políticas, nadie oía de sus labios más que reticencias discretísimas, y sus juicios eran velados, más que juicios, protestas de que no convenía formularlos de ninguna manera. Sus frases usuales eran: «Ya se verá eso...». «Se hará lo que convenga...». «Esto no puede seguir así...». «Vamos al abismo...». «Estamos preparados...». «Los hombres de arraigo siempre están en sus...

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