Balada XVIII: Ritja
Baladas españolas Balada XVIII : Ritja
de Vicente Barrantes
I
Como el águila del Líbano
se vuelve Ritja a su kan.
Sangrienta fue la pelea:
su dueño sangre chorrea...
Allá van,
allá van,
raudos como el huracán.
Suelta el árabe su cántico,
ronco y ahogado en dolor:
«-Corre, Ritja; corre, vuela,
»que el tigre está en centinela,
»y aun veo yo,
»aún veo yo
»las palmas de Jericó.»
En su garganta de ébano
sepúltase un yatagán.
Cayó el beduino bramando;
para Ritja, y relinchando,
¡qué animal!
¡qué animal!,
lame la herida fatal.
II
Sobre la escueta duna
así habla el prisionero
con la luna:
-«Casta madre, ya que muero,
»que a Ritja vuelvan a ver
»mis hijos y mi mujer.
»Que los vientos
»de mi patria
»con sus crines
»jugueteen.
»Que repitan
»sus confines
»el relincho
»que ella dé.
«Queda sin mí viuda mi mujer:
»sin Ritja, ¿de mis hijos qué va a ser?
»¡Es un águila sin plumas
»el árabe sin corcel!»
En la cresta de la duna
dos...
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