Apéndice 1. La técnica de la pintura al fresco

El cartón o patrón

El diseño o boceto de la composición, el cual recibe el nombre de cartón o patrón, se traza ya sea con pincel humedecido en tierra verde o roja o rojo de sinopia, o bien a carbón. Este patrón, en su momento, se traslada al tendido mediante el procedimiento llamado de «espolvoreo» consistente en perforar con un punzón los perfiles del diseño, y, una vez apoyado el cartón sobre el muro, se frota con un trapo para que penetre el carboncillo o cualquiera que sea la materia colorante empleada. Apenas retirado el patrón, que ha de ceñirse exclusivamente a la tarea prevista, hay que trabajar mientras el tendido está fresco. De lo contrario el fracaso sería seguro, habida cuenta de que en este tipo de pintura no es posible introducir corrección alguna. Tanto es así que, ni siquiera artistas de la talla de Miguel Angel y de Leonardo se salvaron de los engorros provocados por un exceso de tardanza en la aplicación de los pigmentos. Al primero se le enmohecieron los colores de uno de sus frescos en la Capilla Sixtina, y al segundo le ocurrió otro tanto cuando pintaba el mural de la Batalla de Anghiari.


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