Ángel Guerra: 079

Ángel Guerra Segunda parte - Capítulo V – Más días toledanos de Benito Pérez Galdós IV Salió de la conferencia muy resuelto y animado, porque la fascinación de la divina hermana del Socorro ganaba cada día mayores espacios en su alma, y sobre los atributos propios de su ser iba claveteando como una lámina de oro que los ahogaba y envolvía. Era como esas imágenes bizantinas forradas de chapa de metal precioso, que no permite ver la escultura interior. En los días subsiguientes, pasó largas horas en la Catedral, donde Mancebo le pudo echar el lazo y cogerle prisionero, dedicándose a mostrarle con prolijidad de cicerone fastidioso las mil cosas reservadas que aquel soberbio Museo atesora en la Sacristía y Vestuario, en la casa del Tesorero, en el Ochavo y capilla de Canónigos, maravillas del arte suntuario que son otros tantos homenajes del humano ingenio a la idea religiosa. Guerra lo veía todo con grandísimo contento, pasmado de tanta riqueza, de tanta...

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