Ángel Guerra: 075

Ángel Guerra Segunda parte - Capítulo IV – Plus ultra de Benito Pérez Galdós VIII -Pues manos a la obra -dijo la maestra-. Me veo precisada a recetar, como primer disciplinazo, uno que ha de ser muy fuerte, muy doloroso. Pero usted se empeña en que sea yo su domadora, y yo lo acepto. Y hay más: quiero lucirme, se me figura que me voy a lucir. ¿Me dejará usted mal? Dios me ha dicho a mí: «tráele, tráele», y yo he respondido: «Señor, no tengo fuerzas, no valgo para fiera de tanta bravura», y Él me vuelve a decir: «tráele, le has de traer». De usted depende que yo me luzca o me desacredite. Vamos al caso. Péguele, péguele a su carácter un golpe tremendo, pero tan tremendo, que de ese primer trastazo se quede entontecido. En estas batallas no se debe empezar por poco, sino por mucho, imponiéndose por el terror desde el primer momento. -Pues ordena. Mándame lo que gustes. (Inquieto.) ¿Es terrible el sacrificio que me vas a imponer? -Muy terrible. -No...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información