Ana Karenina VIII: Capítulo II

Ana KareninaOctava parte: Capítulo II de León Tolstoi Apenas Kosnichev y Katavasov llegaron a la estación del ferrocarril de Kursk, extraordinariamente animada en aquel momento, y mientras salían del coche y examinaban los equipajes que el lacayo acababa de llevar, llegaron cuatro carruajes de alquiler cargados de voluntarios. Señoras con ramos de flores salieron a recibirles y, seguidos de una gran muchedumbre, entraron en la estación. Una de las señoras salió de la sala y se dirigió a Kosnichev. –¿También ha venido usted a despedirles? –preguntó en francés. –No. Es que voy a descansar al pueblo con mi hermano, Princesa. ¡Usted nunca falta a estas despedidas! –indicó con imperceptible sonrisa, Kosnichev. –¡A ninguna! ¡Ya hemos despedido a ochocientos! Malvinsky no quería creerme... –Más de ochocientos. Si contamos con los que han salido directamente de Moscú, pasan de mil –corrigió Sergio Ivanovich. –¡Ya lo decía yo! –exclamó con...

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