Ana Karenina VII: Capítulo XXI

Ana KareninaSéptima parte: Capítulo XXI de León Tolstoi Después de la espléndida comida con que Bartniansky le obsequió en su casa, con café y cigarros y coñac en gran cantidad, Esteban Arkadievich, ya con algún retraso sobre la hora que le habían fijado, se dirigió desde allí a casa de la condesa Lidia. –¿Quién está con la Condesa –preguntó al portero–. ¿Está el francés? –insinuó campechanamente, al ver en el perchero el abrigo de Alexey Alejandrovich, que conocía muy bien, y un sencillo sobretodo lleno de broches que le era desconocido. –Están Alexey Alejandrovich Karenin y el conde Bezzubov –contestó, muy serio, el portero. «La princesa Miágkaya tenía razón», pensó Esteban Arkadievich mientras subía la escalera. « ¡Es en verdad una mujer extraña! Sin embargo, ahora me convendría cautivarla. Tiene una gran influencia y, si dijera una palabra en favor mío a Pomorsky, podría dar por solucionado mi asunto.» Todavía habían...

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