Ana Karenina VII: Capítulo VII

Ana KareninaSéptima parte: Capítulo VII de León Tolstoi Llegó al Círculo a la hora justa, en el momento en que socios a invitados se reunían en él. Levin no había estado allí desde el tiempo en que, habiendo salido ya de la universidad, vivía en Moscú y frecuentaba la alta sociedad. Recordaba con todo detalle el local, y cómo estaban dispuestas todas las dependencias; pero había olvidado por completo la impresión que antes le producía. Seguro de sí y sin vacilar, llegó al patio, ancho, semicircular y, dejando el coche de alquiler, subió la escalinata. Cuando le vio el portero, de flamante uniforme con ancha banda, le abrió la puerta sin hacer ruido y le saludó. Levin vio en la portería los chanclos y abrigos de los miembros del Círculo, que, ¡al fin!, habían comprendido que cuesta menos trabajo despojarse de aquellas prendas y dejarlas abajo, en el guardarropa, que subir con ellas al piso de arriba. En seguida oyó el campanillazo misterioso que sonaba...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información