Ana Karenina V: Capítulo XIII
Ana KareninaQuinta parte: Capítulo XIII
de León Tolstoi
Mijailov le vendió el cuadro a Vronsky y aceptó retratar a Ana.
El día fijado acudió y empezó a trabajar.
Desde la quinta sesión, el retrato los sorprendió a todos, y más que a nadie a Vronsky, no sólo por el parecido con el original sino en especial por su belleza.
Asombraba el acierto con que Mijailov había sabido reproducir la peculiar belleza de Ana.
«Parecía necesario conocerla y amarla como yo para encontrar lo más querido a íntimo de su expresión espiritual», pensaba Vronsky, aunque en realidad sólo a través de aquel retrato había conocido lo querido a ínfimo de tal expresión. Pero era tan exacta que a él y a otros les parecía conocerla desde mucho antes.
–¡Tanto tiempo luchando para no hacer nada! –decía Vronsky, refiriéndose al retrato de Ana que pintaba él–. Y este hombre la ha captado apenas la ha visto. ¡He aquí lo que significa la técnica!
–Eso se adquiere –le consolaba...
Está viendo el 10% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas