Ana Karenina III: Capítulo X

Ana KareninaTercera parte: Capítulo X de León Tolstoi –Kitty me escribe que no desea sino soledad y silencio –dijo Dolly. –¿Está mejor de salud? –preguntó Levin con emoción. –Gracias a Dios se encuentra completamente bien. No creí nunca que padeciera una afección pulmonar. –¡Me alegra mucho saberlo! ––exclamó Levin. Y Dolly, mirándole en silencio mientras hablaba, leyó en su rostro una expresión suave y conmovedora. –Escuche, Constantino Dmitrievich ––dijo Daria Alejandrovna, con su sonrisilla bondadosa y un tanto burlona–: ¿está usted disgustado con Kitty? –¿Yo? No –repuso él. –Pues, si no lo está, ¿cómo es que no fue a vernos, ni a ellos ni a nosotros, cuando estuvo en Moscú? –Daria Alejandrovna -dijo sonrojándose hasta las raíces capilares–, me extraña que usted, que es tan buena, no comprenda... ¿Cómo no siente usted, por lo menos, compasión de mí, sabiendo que...? –¿Sabiendo qué? –Sabiendo que me declaré a...

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