Amalia: 69

Amalia: De cuarenta, sólo diez Quinta parte, Capítulo 11 de José Mármol En la noche siguiente a aquella en que la policía federal comenzó a hacer de las suyas en la Casa Sola, y en que Luisa recibió por premio de su oración una inspiración que salvó a todos, varios hombres se habían ido reuniendo desde las ocho de la noche en un largo almacén de efectos por mayor, contiguo a una hermosa casa de altos que dominaba casi toda la calle de la Universidad. Los que llegaban llamaban de un modo especial, y la puerta del almacén se abría para cerrarse en el acto. Apenas allá en el fondo se distinguía la débil claridad de una luz, colocada tras una pila de cajones de vino y en redor de la cual iban juntándose los que llegaban. Y a pesar de la distancia que mediaba entre la calle y el fondo del almacén, en que se hallaban, la conversación, aunque animada, se sostenía, sin embargo, en voz baja. Pero esta precaución se explicaba por la circunstancia de que la casa de...

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