Amalia: 42

Amalia: El 16 de agosto Cuarta parte, Capítulo 1 de José Mármol Once días después de los acontecimientos anteriores, es decir, el 16 de agosto, el destino de Buenos Aires estaba sobre un monte de sombras donde la vista humana se extraviaba y se asustaba ante su perspectiva. Eran apenas las cinco de la mañana de aquel día. No se veía un solo astro sobre el firmamento; y el oriente, envuelto en el espeso manto de la noche, no quería levantar aún las ligeras puntas del velo nacarado del alba. Tres bultos, semejantes a otras tantas visiones de la imaginación de Hoffmann, parecían de cuando en cuando rarificarse sobre el muro y las ventanas que separaban las habitaciones de la joven viuda de Barracas del gran patio de la quinta, cortado por una verja de fierro, como se sabe, y cuya puerta estaba abierta en aquel momento, cosa que jamás había acontecido a tales horas, después de la tristísima noche con que empezamos la exposición de esta historia. -Si no hay nadie....

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