Amadeo I : 26

Amadeo I : 26 de Benito Pérez Galdós Con potente acción de mi voluntad sobre mis sentidos logré desembarazarme de aquel mundo quimérico, y me restituí a la vida normal, volviendo a mi casa y a la comunicación afectuosa con mis amigos. Valero de Tornos, alfonsino, y Ramón Cala, republicano, me llevaron al Congreso, y en pasillos, tribunas y Salón de Conferencias noté agitación y vocerío que me recordaban el gran barullo, pronóstico de Ferreras. Por aquel cálido y tempestuoso ambiente corría como centella esta frase lumínica: El Rey abdica. Pepe Ferreras, que por su autoridad y claro sentido de las cosas formaba corrillo en cuanto hablaba, puso el paño al púlpito y nos dijo: «Don Amadeo se va; don Amadeo vuelve la espalda a este pueblo de orates y nos deja entregados a nuestras propias locuras. No creáis, como algunos dicen, que a la Reina le cuesta trabajo desprenderse del Trono...

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