Amadeo I : 24

Amadeo I : 24 de Benito Pérez Galdós En lo restante de aquel Otoño, esta Nación sin ventura, como cuerpo en que circula sangre viciada, se llenó de granos, manchas eruptivas y forúnculos, síntomas de la enfermedad o gran barullo pronosticado por Ferreras. En todo el territorio del Norte, alta Cataluña, Maestrazgo, provincias de Levante, apareció la sarna de las partidas carlistas, y tras ellas vino el picor y desazón de las partidas republicanas. No sabía el Gobierno a dónde acudir primero: aquí salía del paso rascándose; allá se aplicaba emolientes; nos contentábamos con ir viviendo, con ir tirando, mientras el mal estuviera limitado a la fea y desapacible afección dermatológica... Continuaban infructuosamente mis diligencias para encontrar a la Madre Mariana. Si por una parte me dolía mi orfandad, por otra tuve algunas satisfacciones de carácter doméstico. La intranquilidad...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información