Alrededor de la Luna: Capítulo 13

Alrededor de la Luna Capítulo XIII: Paisajes lunares de Julio Verne A las dos y media de la mañana, el proyectil se encontraba a la altura del trigésimo paralelo lunar y a una distancia efectiva de 1,000 kilómetros, reducida a 10 por los instrumentos de óptica. Seguía pareciendo imposible que llegase a tocar en ningún punto del disco; y su velocidad de traslación relativamente mediana, era explicable para el presidente Barbicane; por que a la distancia en que se hallaba de la Luna debía haber sido considerable para neutralizar la fuerza de la atracción. Había, pues, un fenómeno que no acertaba a explicarse y, además faltaba tiempo para indagar la causa. La superficie lunar pasaba rápidamente a la vista de los viajeros, que no querían perder ni el menor detalle. El disco se presentaba, pues, en los anteojos, a la distancia de dos leguas y media. Un aeronauta, transportado a esta distancia de la Tierra, ¿qué distinguía en su superficie? Nadie puede decirlo, ya...

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