Al primer vuelo:5

Al primer vueloCapítulo V: Quince días después de José María de Pereda Capítulo V: Quince días después Aquella mañana madrugó don Alejandro casi tanto como el sol, y eso que era el de los días más largos del mes de junio, de los «de por san Juan». No había pegado el ojo en toda la noche; y no por miedo a los ladrones ni por extrañar la cama, sino por la comezón de la pícara curiosidad, que le tuvo en vilo. Por si a Nieves le había pasado lo propio, se acercó a la puerta de su gabinete, aplicó el oído a la cerradura, y, en efecto, Nieves se revolvía allá dentro. -¡Nieves! -llamó trémulo de gusto. -¡Papá! -respondió la voz argentina de Nieves-. Estoy concluyendo de arreglarme... Allá voy enseguida. -¡Ajá! Pero dime: ¿has cumplido tu palabra? -Como que me estoy vistiendo casi a obscuras. -Así se hace, ¡canástoles! Pues mira: ya, por lo poco que falta, no lo echemos a perder con una mala tentación. Firmes con ella si acomete, ¿eh? Se oyó...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información